El dólar en Colombia inició la jornada de este lunes con una tendencia descendente, cotizándose en niveles de $3.788,59. Este movimiento representa una caída de $29 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM) del día, fijada en $3.817,93, en un ambiente donde los inversionistas sopesan el anuncio de la emergencia económica para 2026 y la dinámica de la deuda pública.

A nivel global, la divisa estadounidense muestra estabilidad, con el índice DXY consolidado cerca de los 98 puntos. Sin embargo, en el contexto local, analistas de JP Tactical Trading destacan una marcada descorrelación regional. Mientras el dólar se debilita frente al peso mexicano, mantiene su fortaleza frente al real brasileño y el peso colombiano. Esta disparidad sugiere que los factores internos, como la incertidumbre fiscal y la venta masiva de bonos TES, están pesando más que las tendencias internacionales.

La apertura a la baja ocurre en medio de la expectativa por la radicación del decreto de emergencia económica. Según el Ministerio de Hacienda, esta medida busca cubrir un hueco fiscal de $16,3 billones tras el hundimiento de la Ley de Financiamiento. Este panorama ha generado volatilidad en el mercado de renta fija, donde el endeudamiento del Gobierno y la presión sobre los títulos de deuda pública (TES) marcan el ritmo de la tasa de cambio.

Pese al retroceso inicial del precio, la cautela predomina ante un posible recorte de tasas de la Reserva Federal el próximo mes. Los inversionistas están ajustando sus portafolios, lo que ha generado un volumen de transacciones de US$520 millones en las primeras horas. Para los expertos, el peso colombiano enfrenta un escenario de consolidación lateral, donde la estabilidad de la moneda dependerá de la confianza que genere el Ejecutivo en el manejo de las finanzas públicas bajo facultades extraordinarias.

El comportamiento del dólar también se ve influenciado por el repunte en los precios de la energía y los metales. El barril de petróleo Brent sube un 0,89%, situándose por encima de los US$61, impulsado por las tensiones geopolíticas derivadas de las sanciones estadounidenses a buques petroleros. Este incremento en el crudo suele actuar como un amortiguador para el peso colombiano, al mejorar los términos de intercambio del país.

Simultáneamente, el oro ha captado el interés global al superar por primera vez los US$4.400 por onza. Esta búsqueda de activos refugio, sumada a la valorización de materias primas como el cobre y la plata, indica que los inversores prefieren activos reales ante la posibilidad de una inflación persistente. En este complejo tablero, el dólar en Colombia navega entre la presión alcista por el riesgo país y el alivio temporal que ofrecen los mayores precios del petróleo.