Salario mínimo 2026 se definirá por decreto de Gustavo Petro tras fracaso en las negociaciones

La negociación para fijar el salario mínimo de 2026 terminó sin acuerdo entre empresarios y trabajadores, lo que deja en manos del Gobierno del presidente Gustavo Petro la decisión final mediante decreto. La distancia entre las propuestas —7,21 % por parte de los gremios y 16 % de las centrales obreras— volvió inviable el consenso en la mesa de concertación.

Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), confirmó el cierre sin acuerdo y ratificó la posición sindical. “Lo dijimos desde el primer día: no iba a haber acuerdo y evidentemente no lo hubo”, afirmó. Según Arias, los empresarios no se movieron de su propuesta y las centrales tampoco retrocedieron de su exigencia de un aumento de dos dígitos.

El núcleo del desacuerdo fue la diferencia entre el 7,21 % defendido por los empresarios y el 16 % planteado por los trabajadores. Para la CUT, el ajuste debe responder a una brecha estructural entre el salario mínimo y la canasta básica. Arias citó un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que advierte una diferencia cercana al 50 %, argumento que, según dijo, sustenta la necesidad de un incremento más ambicioso.

Decisión del Gobierno

El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, anunció que se abre ahora el plazo legal de 48 horas para que las partes presenten salvedades, conforme a la Ley 278 de 1996. En ese lapso, el Ministerio evaluará si hay margen para un “segundo tiempo” de negociación que podría extenderse hasta el 30 de diciembre.

“Lo más aconsejable sería un acuerdo, pero depende de la voluntad de las dos partes y de la capacidad del Gobierno para aproximar propuestas que hoy están muy distantes”, señaló Sanguino. De no lograrse, el Ejecutivo procederá con el decreto.

El ministro sostuvo que existen condiciones macroeconómicas que podrían facilitar una decisión equilibrada: crecimiento económico del 3,6 % en el último trimestre, desempleo del 8,2 % e inflación en torno al 5,2 %. También defendió la dinámica del empleo, al señalar que más de la mitad de los nuevos puestos creados en el último año son formales.

Sanguino confirmó que ya sostuvo una primera reunión con el presidente Petro y el ministro de Hacienda para revisar escenarios y variables. Entre los criterios que se tendrán en cuenta están la inflación causada y esperada, la productividad, el aporte de los salarios al PIB y los convenios internacionales de la OIT sobre salario vital.

Aunque el Gobierno mantiene la preferencia por un acuerdo, Sanguino fue claro en que, de ser necesario, la decisión se tomará por decreto “con justicia social y responsabilidad macroeconómica”. Evitó anticipar una cifra, insistiendo en que primero se agotará el trámite de las salvedades.

Con el reloj corriendo y las posiciones aún lejanas, todo apunta a que el salario mínimo de 2026 será definido desde la Casa de Nariño, cerrando un nuevo capítulo de tensiones entre trabajadores y empresarios.

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