¿Fin del dólar barato? Un nuevo análisis de Bloomberg enciente las alarmas

Un reciente análisis de Bloomberg advirtió que Colombia perdió el margen para sostener un dólar barato y que la tasa de cambio estaría “por debajo de su valor justo”, en un contexto donde la fortaleza del peso ha dependido de factores externos y de una estrategia de deuda que ya no tiene cómo mantenerse.

Durante gran parte del año, el entorno internacional impulsó la apreciación del peso. La debilidad del dólar en los mercados globales, asociada a la estrategia comercial de Estados Unidos, jugó a favor de Colombia. Sin embargo, en las últimas semanas, la Dirección de Crédito Público añadió un impulso adicional al mercado cambiario mediante monetizaciones que reforzaron la caída del dólar hasta niveles que analistas califican como artificiales.

Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, advierte que ningún agente —ni siquiera el Gobierno— puede moldear de manera permanente el mercado cambiario. Aunque la debilidad global del dólar ha favorecido a Colombia, las operaciones de manejo de deuda tuvieron un efecto concreto, un peso apreciado entre $100 y $200 más de lo que justifican sus fundamentos.

Las monetizaciones realizadas entre septiembre y comienzos de noviembre llevaron la tasa incluso por debajo de $3.700 en operaciones intradía. Pérez señala que, en ese punto, el desalineamiento llegó a ser de cerca de $200. Parte del rebote reciente, explica, también provino del sector público, que en los últimos días volvió a comprar dólares.

Un diagnóstico similar plantea Juan David Ballén, director de Estrategia en Aval Casa de Bolsa, quien sostiene que las monetizaciones explican por qué el dólar en Colombia cayó más que en otras economías comparables. Para él, un dólar demasiado bajo no solo es insostenible, sino riesgoso, podría afectar exportaciones, distorsionar la liquidez del mercado e incluso presionar al Banco de la República a intervenir o subir tasas de interés. Su proyección ubica el nivel de equilibrio cerca de $3.900 una vez ceda la intervención oficial.

Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital, agrega que este impulso adicional no se observa en otros países de la región. El Banco de la República, incluso, ha reconocido esta ligera descorrelación. De fondo, el Gobierno ha monetizado alrededor de US$5.000 millones en tres meses, un volumen extraordinario para el tamaño del mercado cambiario local.

Advertencias sobre tensión en la deuda y riesgo país

Para Felipe Campos, gerente de Estrategia de Inversión en Alianza Valores, el impacto de crédito público habría agregado hasta $200 al movimiento cambiario en condiciones normales. Ese ajuste llevaría la tasa a niveles razonables entre $3.900 y $3.950. Sin embargo, su lectura va más allá del tipo de cambio.

Campos advierte que la intervención no solo empujó artificialmente el dólar a la baja, sino que ocultó temporalmente presiones en el mercado de deuda interna. Con señales de fricción y menor liquidez disponible, plantea incluso la posibilidad de una crisis de deuda que podría elevar aún más el riesgo país y, con ello, el valor del dólar.

Ante este escenario, el mercado no solo monitorea el retorno a niveles de equilibrio, sino la posibilidad de un ajuste mayor si la tensión en la deuda no se controla. Con la estrategia de monetizaciones agotándose, la tasa de cambio podría enfrentar semanas de alta sensibilidad a cualquier choque.

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