El mercado de criptomonedas volvió a encender las alarmas tras una caída que llevó al bitcoin a niveles no vistos desde abril. En las primeras horas del viernes, la principal criptomoneda del mundo descendió hasta los US$81.871, completando un retroceso cercano al 25% desde inicios de noviembre y ubicándose un 10% por debajo del nivel de comienzos de año, borrando la mayor parte del impulso que dejó la elección de Donald Trump.
El origen de la nueva fase bajista se remonta al 10 de octubre, cuando el mercado enfrentó un evento sin precedentes, la liquidación de US$19.370 millones en posiciones apalancadas en solo 24 horas. Ese episodio coincidió con el anuncio de Trump de aplicar aranceles del 100% a las importaciones chinas, medida que posteriormente fue revertida, pero que alcanzó a desatar un ajuste abrupto y generalizado. En cuestión de horas, la capitalización total del mercado cripto retrocedió en torno a US$1,5 billones.
Desde entonces, el deterioro se mantuvo. Según CoinGlass, más de US$2.200 millones adicionales fueron liquidados en el último día, lo que confirma un escenario de volatilidad elevada y un mercado operando con liquidez débil. Coindesk, citando datos de Deribit, señaló que algunos operadores ya se preparan para nuevas caídas, en un entorno dominado por apalancamientos de entre 20x y 100x, que amplifican cada movimiento del precio.

El giro del S&P 500 y la caída de todas las Altcoins
La tendencia bajista también se vio alimentada por factores externos. El S&P 500 perdió alrededor de US$2 billones de valor desde octubre, en una corrección que golpeó especialmente al sector tecnológico, históricamente correlacionado con el comportamiento del bitcoin. El 17 de noviembre, el índice registró un descenso de 1,2%, suficiente para intensificar el ajuste entre los inversores más expuestos a activos de riesgo.
El mercado enfrenta, además, dudas persistentes sobre la posibilidad de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal y un deterioro del sentimiento global. La combinación de ventas forzadas, menor liquidez y señales de desaceleración en los activos de mayor capitalización ha creado un entorno adverso para el ecosistema cripto.

Las principales altcoins también reflejaron el golpe. Ether cayó a menos de US$2.740, con una baja diaria de 9,6%. XRP, BNB, Solana y Dogecoin retrocedieron entre 8% y 10,6%, mientras el valor total del mercado volvió a ubicarse por debajo de los US$3 billones, un umbral que no perforaba desde abril.
El indicador de sentimiento de CoinGlass alcanzó niveles de “miedo extremo”, similares a los registrados durante el desplome de 2022. El mercado muestra una caída en el impulso, menor demanda operativa y una volatilidad más marcada, condiciones que históricamente anteceden etapas de corrección prolongada.
El descenso del bitcoin por debajo de los US$82.000 refleja un mercado que aún no encuentra un punto de estabilización. Entre liquidaciones aceleradas, presión desde la renta variable global, señales económicas mixtas y un uso extendido del apalancamiento, la volatilidad seguirá dominando la narrativa. La evolución de los próximos días mostrará si el sector logra contener la caída o si se abre paso a una corrección más profunda, similar a episodios recientes en la industria cripto.
