China levanta restricciones clave a exportaciones de minerales hacia Estados Unidos

China levantó, desde el 9 de noviembre y por un periodo inicial de un año, varias de las restricciones que pesaban sobre la exportación de minerales críticos hacia Estados Unidos. El Ministerio de Comercio precisó que la medida incluye metales estratégicos como el galio, el germanio y el antimonio, además de algunos materiales de “uso dual” —tanto civil como militar— que permanecían bajo licencias especiales desde finales de 2024.

Aunque el flujo comercial se reabre, Beijing mantendrá un esquema de permisos y controles sobre los destinos finales, lo que indica que se trata de un alivio calibrado y no de una eliminación total del régimen de control.

La decisión se enmarca en el “alto al fuego” pactado el 1 de noviembre entre el presidente Donald Trump y su homólogo Xi Jinping. El acuerdo contempla una pausa de un año a nuevas medidas arancelarias, la revisión de aranceles vigentes y la suspensión de contramedidas no arancelarias, incluidas las que afectaban el flujo de minerales estratégicos y componentes tecnológicos.

Washington calificó la medida como un paso “constructivo” para estabilizar las relaciones económicas y reducir vulnerabilidades en cadenas críticas de suministro, especialmente las vinculadas a semiconductores, defensa y energías limpias.

Metales estratégicos para industrias globales

El alivio comercial beneficia directamente a sectores como la microelectrónica, la óptica y la industria de defensa. El galio y el germanio son esenciales para la producción de chips compuestos, radares y comunicaciones ópticas, mientras que el antimonio se emplea en la fabricación de aleaciones y sistemas de propulsión.

Además, China ya había flexibilizado días antes sus restricciones sobre tierras raras, fundamentales para la producción de imanes permanentes utilizados en turbinas eólicas, motores eléctricos y vehículos de nueva generación.

La Unión Europea, gran importadora de estos materiales, celebró el gesto por su potencial estabilizador, aunque insistió en la necesidad de un marco regulatorio transparente y un sistema de licencias predecible.

Una distensión con límites

Pese a la apertura parcial, analistas advierten que la medida tiene carácter temporal y no elimina el riesgo geopolítico. China sigue concentrando la refinación de más del 80 % de los minerales críticos del mundo, lo que le otorga una posición dominante en cadenas de suministro estratégicas.

“La suspensión es un alivio táctico, no un cambio estructural. Si la tregua se debilita, Pekín podría reactivar los controles con rapidez”, señaló un analistas citados por Bloomberg.

La medida, no obstante, da oxígeno a una relación bilateral que en los últimos dos años estuvo marcada por tensiones tecnológicas, sanciones cruzadas y controles sobre exportaciones de semiconductores y materiales avanzados.

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