Un proyecto de ley radicado en el Congreso propone reemplazar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 19% por un impuesto al consumo del 8%, con el objetivo de simplificar el sistema tributario colombiano y aliviar la carga fiscal de las micro, pequeñas y medianas empresas.

La iniciativa, impulsada por el senador liberal Alejandro Carlos Chacón, plantea eliminar los impuestos descontables y establecer una tarifa única sobre bienes y servicios, tanto en ventas mayoristas como minoristas. Según el documento, este nuevo esquema permitiría dinamizar la economía y aportar un incremento equivalente al 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB).

Los autores argumentan que las mipymes —que representan más del 90% del tejido empresarial del país— no cuentan con la infraestructura contable ni tecnológica para acceder al mecanismo de IVA descontable. En la práctica, esto las obliga a pagar la tarifa plena del 19% sin posibilidad de recuperar el impuesto de sus insumos, lo que afecta su competitividad.

El proyecto propone que el nuevo impuesto al consumo sea más simple, directo y transparente, permitiendo liberar recursos para inversión y formalización empresarial. En términos de destinación, el texto indica que 0,5 puntos del recaudo se dirigirán al sistema de salud, 0,5 a la educación básica y media, y el 40% restante a la educación superior pública.

Desde el Ministerio de Hacienda, sin embargo, se advirtió que, si bien la medida podría aumentar el recaudo en $6 billones (0,6% del PIB), también podría generar distorsiones sectoriales y efectos adversos sobre la actividad económica. La cartera alertó que el nuevo esquema podría implicar cargas tributarias desiguales entre sectores y afectar el poder adquisitivo de los hogares.

El modelo propuesto se asemeja al “sales tax” aplicado en Estados Unidos, un impuesto al consumo sin descuentos, de estructura simple, administrado en el punto de venta. Para Colombia, su implementación implicaría una reforma estructural de alto alcance, tanto en los flujos de recaudo como en la relación fiscal entre Estado y empresas.

El debate, que apenas inicia en el Senado, plantea una discusión de fondo sobre el futuro del sistema tributario colombiano, entre la promesa de simplificación para las mipymes y el riesgo de desbalance en la estructura de recaudo nacional.