El peso colombiano cerró el tercer trimestre de 2025 como la moneda más fuerte de los mercados emergentes, impulsado por el apetito global por riesgo y la estabilidad de la política monetaria local. Pese a la inflación y las dudas fiscales, la divisa se consolidó como una de las de mejor desempeño en la región.

El Banco de la República mantuvo la tasa de política monetaria (TPM) en 9,25%, decisión que reflejó prudencia ante el repunte inflacionario. En septiembre, la inflación se ubicó en 5,18%, por encima de la meta del 3%, presionada por el alza de los alimentos (6,21%) y la inflación subyacente. “El BanRep decidió mantener estable la TPM en respuesta al repunte inflacionario y los desafíos fiscales”, señaló el informe de Mercados Financieros del emisor.

Mientras tanto, el peso colombiano se apreció frente al dólar, apoyado en estrategias de carry trade y en las operaciones de Total Return Swaps (TRS) del Gobierno. Según el Banco de la República, la liquidez cambiaria mejoró de forma significativa gracias a los flujos extranjeros hacia títulos TES y al mayor apetito global por activos de riesgo.

Sin embargo, el frente fiscal sigue siendo el foco de alerta. El Credit Default Swap (CDS) del país cayó 30 puntos básicos y el EMBIG retrocedió 86 puntos, pero el banco central advirtió que la evolución del riesgo dependerá de “un ajuste fiscal creíble”. La cancelación de la Línea de Crédito Flexible del FMI también elevó las dudas sobre la capacidad del Gobierno para manejar deuda y liquidez.

En materia de crecimiento, el PIB avanzó 2,1% en el segundo trimestre, por debajo del 2,7% esperado. El consumo privado mostró solidez, pero la inversión continúa rezagada, lo que limita el impulso económico. Las proyecciones de los analistas sitúan el crecimiento de 2025 en 2,6%, con leves ajustes a la baja para 2026.

El trimestre deja una economía con señales mixtas, una moneda fuerte, inflación persistente y un entorno fiscal desafiante. Como señaló el Banco de la República, la estabilidad macroeconómica dependerá del equilibrio entre disciplina fiscal y credibilidad monetaria.