Colombia alcanzó un nuevo logro industrial y ambiental, por primera vez se ensambló un bus 100% eléctrico en territorio nacional. El logro es fruto de una alianza estratégica entre BYD, el gigante chino de electromovilidad; Hino, fabricante japonés de vehículos comerciales; y la colombiana Superpolo (Marcopolo), que aportó su experiencia en carrocerías y manufactura local.

El vehículo es el primero de una serie de 102 buses articulados eléctricos que serán entregados a TransMilenio entre 2025 y 2026, un avance que posiciona al país como referente regional en movilidad limpia y pionero en la producción de transporte eléctrico público en Suramérica.

Durante la presentación del modelo, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, celebró el resultado de más de cuatro años de trabajo conjunto. “Doce años después estamos visitando el primer bus ensamblado. Este proyecto representa un aporte muy importante al proceso de reindustrialización del país”, afirmó. La funcionaria destacó el valor agregado local, “Se traen las piezas del chasis, se ensamblan en esta planta y se le pone carrocería nacional”.

De acuerdo con Juan Santamaría, gerente de ingeniería de Marcopolo, el 70% de los materiales empleados en la carrocería son de origen colombiano, lo que demuestra la capacidad técnica del país para fabricar componentes de alta complejidad. En el proyecto participaron más de 60 ingenieros y 600 operarios, integrando procesos de soldadura, diseño estructural y pintura automotriz de última generación.

“El bus está construido con aceros de alta especificación desarrollados por proveedores nacionales; no existían antes y tuvimos que crearlos”, señaló Santamaría. El proceso requirió la homologación de estándares europeos de seguridad y accesibilidad, así como la adecuación de la línea de ensamblaje para cumplir con los requisitos eléctricos y electrónicos del sistema de propulsión de BYD.

La articulación entre empresas de tres países —China, Japón y Colombia— refleja una sinergia industrial sin precedentes en el sector automotor nacional. Además, según Marcopolo, el modelo está listo para operar en otros sistemas de transporte masivo de América Latina, lo que abre la posibilidad de convertir a Colombia en hub regional de manufactura de buses eléctricos.

Movilidad sostenible y reindustrialización

El ensamblaje de este primer bus eléctrico se alinea con la política del Gobierno del Cambio de promover la transición energética y la movilidad sostenible. Actualmente, en Colombia circulan más de 19,3 millones de vehículos, de los cuales el 98% depende de combustibles fósiles. Este sector es responsable del 42% del consumo energético nacional y del tercer mayor nivel de emisiones de gases de efecto invernadero, con cerca de 42 millones de toneladas de CO₂ anuales.

Para enfrentar ese desafío, el Ministerio de Transporte impulsa el Fondo para la Promoción del Ascenso Tecnológico (FOPAT), que apoya la renovación de flotas, la electrificación del transporte público y la incorporación de tecnologías limpias. Este instrumento financiero, reglamentado en 2024, incluye cuatro subcuentas destinadas a taxis eléctricos, carga liviana, carga pesada y sistemas de transporte masivo.

“El ensamblaje del primer bus eléctrico colombiano demuestra que la transición energética no es un discurso, sino una realidad industrial con talento local”, afirmó la ministra Rojas.

Con este desarrollo, Colombia no solo avanza hacia una economía más limpia, sino que gana protagonismo en la cadena de valor de la electromovilidad latinoamericana. La fabricación local de buses eléctricos reducirá los costos logísticos y fortalecerá el empleo técnico especializado, impulsando un proceso de reindustrialización verde.

El nuevo bus eléctrico es, más que un vehículo, una señal de que la industria colombiana puede innovar, competir y liderar desde la sostenibilidad.