La economía colombiana avanzó 4,33% en julio frente al mismo mes de 2024, según el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) del Dane. El índice se ubicó en 129,66 puntos, frente a los 124,28 del año anterior, consolidando el segundo mejor resultado en los últimos 12 meses, solo detrás del 4,5% registrado en marzo de 2025.
De enero a julio, el crecimiento fue de 2,70%, un desempeño mayor al 1,44% registrado en igual periodo de 2024. Estos datos confirman una senda de recuperación más estable, aunque con desequilibrios entre sectores.
Las actividades terciarias lideraron el repunte con un alza de 5,5% anual. Dentro de este grupo, la administración pública y defensa creció 7%, las actividades financieras y de seguros 6,69%, y el comercio 6,65%. La industria y la construcción también aportaron, con un crecimiento de 4,3%, su mejor desempeño desde septiembre de 2022.
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, señaló que los resultados de julio superaron las expectativas del mercado, destacando el dinamismo del comercio, las actividades financieras y las secundarias.
El lado débil del informe lo representaron las actividades primarias —agro y minería— que cayeron 1,6% en julio, en contraste con el crecimiento de 7% en el mismo mes de 2024. Según María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, el crecimiento reciente “es un buen dato, pero frágil”, pues se apoya en servicios y gasto público más que en la base productiva.
Las críticas coinciden en que, mientras el impulso de la administración pública sostiene los indicadores, la ausencia de mayor inversión productiva limita la solidez de la recuperación. De hecho, Bancolombia proyecta que el gasto estatal seguirá siendo uno de los motores de la economía en 2026, gracias a la cláusula de escape de la regla fiscal.
El desafío, según estos analistas, será lograr que el repunte se traslade a los sectores productivos para garantizar un crecimiento sostenible en el mediano plazo.
