El dólar en Colombia continúa con una tendencia descendente y este martes abrió la jornada en torno a los $3.910, un nivel cercano a los mínimos observados en mayo de 2024. La divisa registra así un retroceso de 0,3% en las primeras operaciones intradía, reflejando la presión bajista que enfrenta a nivel global.

La atención de los inversionistas está puesta en la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que inicia hoy y en la que se descuenta casi por completo un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés. El mercado anticipa además un ciclo de flexibilización monetaria que podría acumular 67 puntos básicos hacia finales de año, en respuesta a un mercado laboral menos dinámico y una inflación contenida.

Este escenario ha debilitado al dólar frente a la mayoría de monedas emergentes, lo que favorece la apreciación del peso colombiano. De igual manera, se esperan decisiones relevantes de otros bancos centrales, mientras el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón mantendrían sus tasas sin cambios, el Banco de Canadá aplicaría un recorte de 25 puntos básicos.

En el frente interno, los inversionistas estarán atentos a la publicación de las cifras de producción industrial y ventas minoristas de julio, programadas para este mediodía. El consenso prevé una desaceleración en ambos indicadores, lo que podría añadir volatilidad a la cotización del peso durante la sesión.

A pesar del entorno internacional favorable, el panorama político introduce incertidumbre. La reciente descertificación de Colombia por parte de Estados Unidos en la lucha antidrogas elevó la percepción de riesgo en torno al país, lo que podría afectar la confianza de los inversionistas internacionales y limitar el margen de fortalecimiento del peso en el mediano plazo.

Desde el análisis técnico, el USDCOP enfrenta una resistencia inmediata en los $3.923, nivel que actúa como primer techo. Por el lado bajista, el soporte se ubica en $3.892; si este se rompe, el mercado podría probar la franja de $3.860. En caso contrario, un rebote al alza llevaría nuevamente a la divisa a testear máximos en torno a los $3.954.

El arranque en $3.910 confirma que el peso colombiano mantiene un sesgo de fortaleza, apoyado en el debilitamiento global del dólar y en la expectativa de un recorte de tasas en Estados Unidos. Sin embargo, la volatilidad política y los datos económicos locales serán determinantes en los próximos movimientos de la tasa de cambio.