La Secretaría de Hacienda de Bogotá ha emitido una señal de alerta por el impago de impuestos en la ciudad. Más de 1,06 millones de contribuyentes no cumplieron con el pago del impuesto predial y de vehículos de 2025, generando una cartera morosa que supera los $1,2 billones. Este déficit fiscal pone en riesgo la ejecución de proyectos clave para la capital y ha obligado a la administración a iniciar una ofensiva de cobro masiva para recuperar los recursos.
Las fechas límite para el pago del impuesto predial y de vehículos vencieron en julio. Sin embargo, un número considerable de bogotanos optó por el incumplimiento, una decisión que no solo genera intereses de mora, sino que puede llevar a procesos de embargo de bienes y cuentas bancarias. Luis Fernando Granados Rincón, director de Cobro de la Secretaría de Hacienda, advirtió sobre las severas consecuencias.

La deuda no es solo un problema financiero, sino un obstáculo para el desarrollo de la ciudad. Los recursos provenientes de estos impuestos son vitales para financiar programas de movilidad, educación, salud y seguridad. La mora actual pone en jaque la capacidad del Distrito para ejecutar estos proyectos, afectando la calidad de vida de todos los ciudadanos.
El mapa del incumplimiento y la estrategia de cobro
El incumplimiento de los impuestos se concentra en localidades que albergan una gran parte de la población y el parque automotor de la ciudad. Las zonas con más deudores son Suba, Usaquén, Fontibón, Chapinero y Kennedy. Por estratos, la mayor cantidad de morosos se registra en el estrato 2, seguido por los estratos 3 y 4, lo que refleja las dificultades económicas de los hogares de ingresos medios y bajos.
Para enfrentar esta situación, la Secretaría de Hacienda ha puesto en marcha una ofensiva de cobro a través de mensajes de texto, WhatsApp, correos electrónicos, cartas físicas y llamadas telefónicas. El objetivo es contactar a cada deudor para recordarle su obligación y ofrecerle facilidades para pagar a través del portal oficial «Pagos Bogotá».
La administración distrital ha hecho un llamado a la corresponsabilidad ciudadana. En un contexto de crisis, el cumplimiento tributario es fundamental para sostener los servicios públicos y el progreso de la capital. La deuda de más de $1,2 billones no solo evidencia un desafío financiero, sino también cultural, ya que el fortalecimiento de la confianza en la gestión pública y la consolidación de una cultura de pago son esenciales para el desarrollo de la ciudad.
