El turismo emisivo colombiano, es decir, los viajes de los colombianos al extranjero, ha mostrado un crecimiento moderado en lo que va de 2025. Con un total de 3,2 millones de viajeros entre enero y julio, el sector registró un incremento de solo el 1% respecto al año anterior, según cifras de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO).
Este tímido aumento en el número total de viajeros esconde una profunda transformación en los hábitos y preferencias del mercado, la tradicional supremacía del turismo de ocio cede terreno ante el creciente dinamismo de los viajes de negocios y trabajo.
La geografía de los viajes internacionales de los colombianos está en plena reconfiguración. Aunque Estados Unidos mantiene su liderazgo como el destino preferido, con 947.764 visitantes, su cuota de mercado ha disminuido, reflejando una caída del 4% frente a 2024. Este retroceso beneficia a otros destinos que ganan terreno de forma acelerada.

España, por ejemplo, se consolida como el segundo destino más popular con 473.828 viajeros, registrando un sólido crecimiento del 8%. Panamá se posiciona como una opción en auge, con un notable aumento del 20% en sus visitantes colombianos.
En Suramérica, el cambio es aún más pronunciado. Brasil y Perú se destacan con incrementos del 44% y 26% respectivamente, mientras que mercados tradicionales como México y Chile experimentaron caídas significativas de 28% y 6%. Este comportamiento revela una diversificación de las preferencias que la industria debe analizar para reajustar su estrategia.
El auge del viajero corporativo
El dato más revelador del informe de ANATO no está en los destinos, sino en las motivaciones de los viajes. Por primera vez en mucho tiempo, los viajes de turismo y ocio cayeron un 3%, mientras que los viajes por trabajo y negocios crecieron un promedio del 9%. Este cambio de paradigma sugiere que, a pesar de las condiciones económicas, las empresas y profesionales colombianos están manteniendo una alta movilidad internacional.
El viajero corporativo busca eficiencia, conectividad y servicios de calidad, lo que representa un reto y una oportunidad para las aerolíneas y las agencias de viajes. Este segmento demuestra ser más resiliente ante las fluctuaciones del mercado, lo que lo convierte en un pilar fundamental para el crecimiento futuro del turismo emisivo.
Ante este nuevo escenario, la presidente ejecutiva de ANATO, Paula Cortés Calle, ha hecho un llamado a la industria para «repensar nuevas estrategias». La prioridad, según la líder gremial, es fortalecer el segmento de turismo de ocio, que ha mostrado señales de debilidad. Para lograrlo, es fundamental enfocarse en la diversificación de la oferta, la mejora de la conectividad y la creación de productos y servicios que respondan a las nuevas exigencias del viajero.
El sector turístico colombiano enfrenta el desafío de interpretar correctamente estos datos y transformar la coyuntura en un plan de acción a largo plazo. La clave no solo está en atraer a más viajeros, sino en entender por qué viajan y qué buscan en sus destinos.
