El uso del efectivo en Colombia, que actualmente ronda el 75%, podría caer drásticamente con la entrada de Bre-B. Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, proyecta que esta nueva infraestructura de pagos inmediatos y gratuitos podría reducir su uso a un 55%, marcando un punto de inflexión en los hábitos de los colombianos.
Sin embargo, un análisis de Galileo Financial Technologies advierte que este cambio no se dará por sí solo. Los bancos y proveedores de pagos deben convencer a los colombianos de que lo digital puede ser tan fácil, rápido y útil como el dinero en efectivo, al que han sido leales por mucho tiempo.
Según el Banco de la República, ocho de cada diez colombianos prefieren el efectivo. Las razones son su facilidad y rapidez (17,4%), la costumbre (15,5%) y su utilidad para compras pequeñas. El reto para Bre-B, el nuevo sistema del banco central, es replicar esta experiencia fluida en el mundo digital.

Bre-B es una infraestructura de pagos que permitirá transferencias instantáneas entre cuentas de diferentes bancos, de forma similar al exitoso sistema Pix de Brasil. Su llegada busca romper con la histórica preferencia por el efectivo y ofrecer una alternativa más rápida, simple y segura para todo tipo de transacciones.
El desafío para los bancos
Galileo Financial Technologies considera que los bancos y fintechs deben replicar la experiencia del efectivo. El objetivo es desaparecer la idea de que los pagos digitales son exclusivos para grandes transacciones o para los habitantes de las ciudades. La clave es ofrecer una experiencia integrada que sea más rápida, sencilla y segura.
El director de Desarrollo de Negocios de Galileo, Abdul Assal, señala que en otros países de la región la percepción de los pagos digitales cambió. Los bancos lograron hacerlos más convenientes que el efectivo. En Colombia, el uso de billeteras digitales también ganará terreno, y se estima que representarán el 32% del volumen de transacciones para 2030.
