El flujo de remesas a Colombia alcanzó una cifra histórica en el primer semestre de 2025, superando los US$6.400 millones. Esto representa un crecimiento del 13,9% en comparación con el mismo periodo de 2024 y consolida este ingreso como un pilar fundamental para la economía nacional, fortaleciendo el sostenimiento de millones de hogares. La proyección para este año es que las remesas representen cerca del 3% del PIB, una cifra sin precedentes.
Estados Unidos se mantiene como el principal país de origen de las remesas, seguido de cerca por España, Chile y Reino Unido. Un dato relevante es el aumento de los envíos desde Venezuela, que crecieron un 34% en el semestre hasta los US$16,9 millones, impulsado por la migración inversa y el fortalecimiento de los lazos familiares.
Dentro de Colombia, los recursos se concentran en los departamentos de Valle del Cauca, Antioquia y Cundinamarca, que reciben más del 58% del total.
Se estima que el 18% de los hogares colombianos, lo que equivale a más de 9 millones de personas, se benefician de este dinero, que se destina principalmente a cubrir gastos esenciales como alimentación, salud, educación y vivienda.

En la última década, uno de los cambios más significativos ha sido la digitalización de los envíos. En 2024, el 54% de las remesas ingresaron directamente a cuentas bancarias. Esto no solo ha reducido las barreras geográficas, sino que también ha promovido la inclusión financiera y ha facilitado el acceso a servicios formales para una parte importante de la población.
Juan Sebastián González, director de Remesas de Banco Unión, señaló que estos flujos de dinero reflejan la confianza de los colombianos en el exterior y se han consolidado como un factor que fomenta la cohesión social y el bienestar de las familias en el país.
