El Grupo Alpina ha definido una nueva hoja de ruta para los próximos cinco años, apostando por los alimentos médicos especializados como pilar de su negocio global. La compañía ve en esta categoría una oportunidad de crecimiento acelerado y de mayores márgenes de ganancia. Su objetivo es diferenciarse de la competencia en el mercado lácteo tradicional.

«Estamos logrando ponerle un poco más de sofisticación a los productos para diferenciarnos», afirmó Ernesto Fajardo, CEO de Grupo Alpina. La meta es entrar en segmentos donde la nutrición se integra al tratamiento médico. Esta estrategia busca diversificar el portafolio, reduciendo la dependencia de la leche líquida.

La adquisición de Clover Sonoma en California hace cuatro años fue un paso clave. Con una participación del 70%, Alpina busca duplicar el tamaño de esta compañía en un lustro. Fajardo prevé que la empresa pase de US$250 millones a US$500 millones, expandiendo su portafolio en derivados lácteos y su cobertura en el sur de California.

El Grupo Alpina planea invertir hasta US$100 millones en Estados Unidos para adquisiciones y mejoras. El objetivo es consolidar su presencia en la región oeste, considerada un centro de innovación alimentaria. Esta estrategia es clave para competir con los grandes actores del mercado y posicionarse en la nutrición médica avanzada.

El verdadero cambio de rumbo se da con productos de nutrición médica especializada. Estos alimentos están diseñados para pacientes con necesidades clínicas específicas, como soporte nutricional para cáncer, diabetes o enfermedades renales. Son productos conocidos como APMES, que requieren prescripción médica y se venden principalmente en clínicas y hospitales.

Fajardo enfatizó que no se trata de snacks, sino de productos «necesarios, prescritos por médicos». Con la adquisición de Boydorr, Alpina se posiciona como la única compañía en Colombia con capacidad para producir alimentos médicos líquidos a escala industrial. La empresa aprovecha la materia prima láctea para crear soluciones de alto valor agregado.

El segmento de alimentos médicos podría representar entre un 10% y 15% del negocio en cinco años, convirtiéndose en una de las unidades más rentables. Su atractivo radica en precios más altos y menor exposición a la volatilidad de los lácteos de consumo masivo, garantizando un crecimiento más estable y predecible.

Esta apuesta está impulsada por tendencias demográficas. El aumento de la población adulta mayor y la reducción del número de niños genera mayor demanda de productos especializados. Además, la evidencia científica y la recomendación médica están ganando peso en las decisiones de los consumidores, permitiendo a Alpina subir el nivel de su conversación.

La creación de un brazo científico conjunto entre Boydorr, el Instituto Alpina y el CELAN permitirá desarrollar nuevos productos con base en tendencias clínicas emergentes, como el soporte a la salud digestiva o la reducción de intolerancias. Fajardo cree que la nutrición será un componente cada vez más importante en los tratamientos médicos.

A pesar de los desafíos, como las barreras no arancelarias en Panamá, Alpina exporta a 15 países. La estrategia global se enfoca en productos de valor agregado y en innovar para diferenciarse de los competidores. La compañía busca consolidar su negocio médico, duplicar su tamaño en EE. UU. y reducir su deuda corporativa.

Con estas inversiones, Alpina aspira a trascender la categoría de lácteos de consumo masivo. La compañía busca convertirse en un actor relevante en el ecosistema de la nutrición médica, aprovechando su capacidad científica y experiencia en derivados lácteos para crear un portafolio más rentable y resiliente a la volatilidad del mercado.