El Ministerio de Ambiente de Colombia presentó este jueves 31 de julio la cifra consolidada de deforestación de 2024. La ministra Lena Estrada Añokazi confirmó que 113.608 hectáreas de bosque fueron afectadas por este fenómeno en el país. Esta cifra representa un aumento del 43% en comparación con 2023, año que había registrado los niveles más bajos de deforestación desde que se tiene registro, con una pérdida de 79.256 hectáreas.
A pesar de este aumento respecto al año anterior, Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, señaló que la cifra de 2024 es la segunda más baja en los últimos 24 años. Este es el periodo en el que dicha entidad ha estado monitoreando la deforestación en Colombia. No obstante, la ministra Estrada expresó su preocupación: «Los esfuerzos que este gobierno ha hecho no son suficientes porque la deforestación persiste. Nos mostramos bastante preocupados porque el territorio más afectado es la Amazonia».
Según el Ideam, la Amazonia sigue siendo la región más impactada, con la pérdida de 77.124 hectáreas de bosque en 2024. Esto representa un aumento considerable respecto a las 44.274 hectáreas afectadas en 2023. Los departamentos más afectados en esta región son Meta, con 27.107 hectáreas; Guaviare, con 16.908 hectáreas; Caquetá, con 25.263 hectáreas; y Putumayo, con 5.443 hectáreas.
Causas de la deforestación y el impacto del conflicto armado
El Ideam explicó que las principales causas de esta problemática son las prácticas no sostenibles de ganadería extensiva, los cultivos de uso ilícito, la extracción ilícita de minerales y algunos fenómenos naturales.
Edersson Cabrera, coordinador del sistema de monitoreo de bosques y carbono del Ideam, sostuvo que «las causas, en general, están relacionadas con procesos de ilegalidad, de no cumplimiento con la legislación ambiental, y además con la alta conflictividad que se encuentra en los territorios».

Durante la presentación de las cifras, el Ideam también detalló que en 2024, el 57% de la deforestación se concentró en nueve núcleos principales. El más afectado fue Sabanas del Yarí Caguán, en Caquetá, que concentró el 18% del total. Le siguió Llanos del Yarí Marginal de la Selva, en la intersección de Meta, Caquetá y Guaviare, con un 11,5%.
En abril de 2024, la exministra de Ambiente, Susana Muhamad, ya había advertido sobre un aumento del 40% en las alertas tempranas de deforestación durante el primer trimestre del año. Muhamad indicó que, si bien las condiciones climáticas favorables por el fenómeno de El Niño influyeron, un factor clave fue el rol de los grupos armados en la Amazonia, específicamente las disidencias de las Farc.
Estas disidencias, como el Estado Mayor Central (EMC), han ejercido coacción mediante amenazas, desplazamiento de comunidades y el asesinato de líderes indígenas y campesinos. También han impedido el acceso de funcionarios de autoridades ambientales a algunos territorios, lo que, según Muhamad, obstaculizó los programas del Ministerio de Ambiente.
Además, en la Amazonia, el Estado Mayor de los Bloques —otra disidencia de las Farc con la que el Gobierno ha buscado negociar la paz— ha mantenido una disputa por el control territorial con el EMC. Esto se ha evidenciado en paros armados recientes, el asesinato colectivo de ocho líderes sociales, un atentado a un periodista comunitario y a una estación de Policía.
Por todo esto, la actual ministra, Lena Estrada, recalcó la conexión entre conflicto y deforestación: “Si logramos desescalar la guerra en la que estamos, logramos desescalar la deforestación. Este es un trabajo de todos. Como gobierno estamos haciendo esfuerzos, pero necesitamos trabajar articuladamente con las diferentes instituciones”.
