La Superintendencia de Sociedades ha admitido a Everfit S.A., una tradicional compañía antioqueña del sector textil, en proceso de liquidación judicial. La empresa radicó formalmente la solicitud bajo los lineamientos de la Ley 1116 de 2006, marcando un nuevo y desafiante capítulo en su historia centenaria.

Everfit, que fue un referente en la confección de trajes masculinos, enfrenta nuevamente una grave crisis económica. A pesar de haber superado una situación similar en 2016 mediante un plan de reorganización, esta vez los problemas financieros parecen haber alcanzado un punto irreversible para la compañía.

Con corte al 31 de mayo de 2025, Everfit reportó activos por $37.777 millones y pasivos por $31.416 millones. Dentro de estos pasivos se incluye una deuda pensional que afecta a 26 exempleados, lo cual agrava el panorama al comprometer no solo sus obligaciones comerciales, sino también las laborales.

El superintendente de Sociedades, Billy Escobar, aseguró que el proceso se desarrollará con estricto apego a los principios del régimen de insolvencia. Enfatizó el compromiso institucional de proteger los derechos de los trabajadores y acreedores involucrados. «Nos enfocaremos en garantizar un procedimiento transparente, rápido y justo», afirmó Escobar, destacando la priorización de los derechos laborales.

El declive de Everfit comenzó tras el cierre de la unidad lanera de Fabricato, su principal proveedor nacional, lo que la obligó a importar insumos desde Asia y aumentó significativamente sus costos. A esto se sumaron la devaluación del peso colombiano y la entrada masiva de productos textiles asiáticos, entre otros factores económicos.

En 2016, Everfit logró salir de la insolvencia y se reinventó, enfocándose en uniformes corporativos y bioseguridad. En 2023, alcanzó ventas de casi US$17 millones, su mejor desempeño en una década. Sin embargo, a pesar de esta transformación y expansión internacional, las presiones financieras persistieron, forzando esta nueva etapa de liquidación.