La decisión de Bloomberg de excluir 16 Títulos de Tesorería (TES) colombianos denominados en moneda local de su prestigioso Índice Global Aggregate ha encendido las alarmas en el mercado financiero del país. Con un valor conjunto de $409 billones de pesos colombianos, esta salida, efectiva desde el 27 de junio, es una consecuencia directa de la reciente rebaja de la calificación de Colombia a BB+ por S&P Global Ratings, ubicándola por debajo del grado de inversión.
La medida de Bloomberg no es arbitraria; responde a la rigurosa metodología del índice, que exige una nota de inversión de al menos dos de las tres principales calificadoras (Moody’s, S&P y Fitch). Si bien Moody’s mantuvo su calificación soberana en Baa2, ajustó su perspectiva a negativa, lo que sumado a la acción de S&P, puso a Colombia en esta situación compleja.
Uno de los efectos más inmediatos y tangibles es la presión vendedora que ejercerán los fondos pasivos. Estos vehículos de inversión, que replican el índice, se ven obligados a ajustar sus portafolios, lo que generará una caída en los precios de los TES excluidos y, consecuentemente, un aumento en sus tasas de interés. Este encarecimiento del crédito es una mala noticia para el Estado, pues eleva el costo de su endeudamiento y podría complicar la recuperación de la calificación.
Además del impacto técnico, la salida de los TES reduce significativamente su liquidez. Muchos fondos institucionales internacionales tienen mandatos que les impiden invertir en activos con calificación especulativa, lo que restringe la base de compradores potenciales para la deuda colombiana. Esto podría traducirse en mayores dificultades para el Gobierno al colocar nueva deuda o la necesidad de ofrecer tasas aún más elevadas.
El riesgo se extiende al tipo de cambio. Una salida masiva de capitales del mercado de deuda podría presionar al alza el dólar frente al peso colombiano, con efectos colaterales en la inflación y la confianza empresarial. La capacidad de Colombia para sostener su modelo de financiamiento en un entorno más exigente está en juego, y la señal de Bloomberg subraya la urgencia de restaurar la credibilidad fiscal, posiblemente con medidas como el restablecimiento de la regla fiscal.
Revista COP 