Moody’s rebaja calificación de Colombia a Baa3 por deterioro fiscal

Moody’s Ratings rebajó la calificación de la deuda de Colombia de Baa2 a Baa3, tanto en moneda local como extranjera, dejándola al borde de perder el grado de inversión. La decisión, anunciada el 26 de junio, refleja el deterioro fiscal proyectado, con déficits fiscales elevados y la suspensión de la regla fiscal sin un choque externo.

La agencia criticó la decisión del gobierno de activar la cláusula de escape de la regla fiscal, lo que debilita la efectividad de la política fiscal. Según Moody’s, los déficits fiscales alcanzarán el 7% del PIB en 2025, frente al 5,3% de 2023, y la deuda pública llegará al 59,5% del PIB, frente al 53,4% en 2023, elevando los costos de financiamiento.

Pese al recorte, Moody’s cambió la perspectiva de negativa a estable, destacando la resiliencia institucional de Colombia. “Los contrapesos del poder legislativo y judicial limitan cambios radicales en las políticas”, señaló el informe. La agencia espera que el PIB crezca al 3% en los próximos años, regresando a niveles tendenciales.

Juan David Ballén, de Aval Casa de Bolsa, afirmó que la rebaja estaba descontada por el mercado y resaltó que mantener el grado de inversión es positivo.

Luis Fernando Mejía, de Fedesarrollo, destacó que la perspectiva estable refleja confianza en medidas correctivas a mediano plazo. No obstante, el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana alertó que la deuda neta alcanzará el 63,8% del PIB en 2027, con pagos de intereses al 4,8% del PIB en 2026.

El aumento de los costos de endeudamiento, con intereses al 17% de los ingresos en 2025, según Moody’s, reduce el espacio fiscal para inversión pública. La sobreestimación de ingresos en los presupuestos de 2024 y 2025 agrava las presiones fiscales, sin medidas de gasto compensatorias.

Daniel Velandia, de Credicorp, señaló que la perspectiva estable es una señal positiva, ya que Moody’s da un voto de confianza al próximo gobierno para ajustes fiscales. Felipe Campos, de Alianza Valores, subrayó que los contrapesos institucionales evitaron un panorama más negativo.

La rebaja, aunque esperada, eleva los riesgos para la sostenibilidad fiscal. Sin reformas estructurales, Colombia podría perder el grado de inversión, encareciendo el endeudamiento y afectando sectores como infraestructura y Pymes, que dependen de inversión pública y extranjera.

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