Activos colombianos caen tras rebajas de Moody’s y S&P a calificación crediticia

Los activos colombianos se desplomaron el viernes tras las rebajas de calificación crediticia por parte de Moody’s Ratings y S&P Global Ratings, un golpe duro a la confianza de los inversionistas en las finanzas públicas del país. Los bonos en dólares registraron el segundo peor desempeño entre los mercados emergentes, con caídas de hasta 0,7 centavos por dólar en los vencimientos a largo plazo, mientras la moneda perdió más del 1% antes de moderar pérdidas.

Moody’s redujo la calificación a Baa3, el nivel más bajo dentro del grado de inversión, y S&P bajó la nota a BB para la deuda en moneda extranjera, eliminando el grado de inversión de los bonos locales. Ambas agencias señalaron el empeoramiento de la carga de deuda y la suspensión de la regla fiscal como razones clave. Las tasas swap a dos años subieron siete puntos básicos, reflejando la creciente incertidumbre.

La suspensión de los límites de endeudamiento este mes permitió al gobierno de Gustavo Petro proyectar un déficit fiscal del 7,1% del PIB, el mayor desde la pandemia. “Las autoridades parecen haber desistido de dar una imagen positiva a los mercados”, afirmó Edward Glossop, economista jefe de Argos Capital Management. Esta decisión, tomada en un contexto preelectoral, ha generado críticas por debilitar el marco fiscal, según Moody’s.

A pesar del panorama, Moody’s ajustó su perspectiva de negativa a estable, destacando la resiliencia institucional y el crecimiento económico esperado. Sin embargo, la prima de riesgo de Colombia ya se asemeja a la de países con calificación B, sugiriendo que el mercado había anticipado este deterioro. “Esperamos un impacto limitado en los mercados locales y el peso”, señaló Alejandro Cuadrado, estratega de BBVA en Nueva York, aunque los bonos en dólares seguirán bajo presión.

Los inversionistas dudan que Petro, quien no puede reelegirse, recorte el gasto antes de las elecciones de 2026. Este episodio se suma a la pérdida del grado de inversión en 2021 por S&P y Fitch, consolidando la percepción de fragilidad fiscal en un momento crítico para la economía colombiana.

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