La reforma laboral aprobada por el Senado incrementaría los costos laborales entre 18% y 34%, advirtió Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco. Este aumento afectará principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, especialmente en sectores que operan en horarios nocturnos, dominicales y festivos, como el comercio y la gastronomía.
Cabal criticó duramente el proceso legislativo, calificando la reforma como una “mala decisión” para evitar la consulta popular impulsada por el presidente Gustavo Petro. Según Fenalco, la falta de concertación tripartita y las presiones políticas viciaron la aprobación, ignorando las necesidades de los principales generadores de empleo en el país.
El gremio señaló que tiendas, panaderías, cafeterías de barrio y negocios con horarios extendidos serán los más golpeados. Estos comercios, junto con sectores como turismo, vigilancia y transporte, enfrentarán sobrecostos que podrían limitar su capacidad de contratación y aumentar la informalidad en el mercado laboral colombiano.
Fenalco destacó que la reforma penaliza a los sectores que sostienen el empleo formal, como el comercio y los servicios. Cabal aseguró que la decisión legislativa, marcada por chantajes y cálculos políticos, no consideró la realidad económica de las Pymes, que ya enfrentan desafíos para mantenerse competitivas.
Aunque la reforma aún debe pasar por la conciliación entre cámaras y la firma presidencial, Fenalco advirtió que sus efectos podrían ser devastadores. La agremiación estima que miles de empleos están en riesgo, especialmente en negocios que dependen de horarios no tradicionales para operar.
Cabal hizo un llamado al diálogo para revisar el articulado antes de su sanción final. “Colombia necesita una reforma que promueva la formalización, no que la castigue”, afirmó, subrayando la urgencia de ajustes que equilibren los derechos laborales con la sostenibilidad de las empresas.
Revista COP 