El Banco Mundial recortó sus proyecciones de crecimiento económico para Colombia, estimando un 2,5% en 2025 y un 2,8% en 2026, una reducción de 0,5% y 0,2% respectivamente frente a las previsiones de enero. Este ajuste refleja un entorno global desafiante, marcado por tensiones comerciales, proteccionismo y una incertidumbre política creciente que afecta la confianza de los inversionistas.
A nivel mundial, el organismo prevé un crecimiento de apenas 2,3% en 2025, el más bajo desde los años sesenta, excluyendo las recesiones de 2009 y 2020. Factores como los aranceles erráticos de Estados Unidos, que impactan tanto a economías adversarias como a socios tradicionales, y el aumento de barreras comerciales, han generado volatilidad en los mercados y frenado la inversión privada. Para 2026 y 2027, se espera una recuperación moderada, con un crecimiento global de 2,4% y 2,6%, respectivamente.
En América Latina, el Banco Mundial proyecta un crecimiento estable de 2,3% en 2025, con una leve mejora a 2,5% en 2026-2027. Sin embargo, la región enfrenta debilidades estructurales y barreras comerciales que limitan su dinamismo. Argentina destaca con un crecimiento previsto de 5,5% en 2025, mientras México enfrenta una fuerte caída a 0,2%, afectado por su dependencia de la economía estadounidense.
En Colombia, el crecimiento estará impulsado por el consumo privado y una recuperación parcial de la inversión, apoyados por una inflación decreciente. No obstante, la persistente incertidumbre en torno a las políticas económicas estructurales continúa lastrando la confianza de los inversionistas, según el informe. Este escenario plantea riesgos para las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.
Desafíos fiscales y riesgos externos
El Banco Mundial enfatiza la necesidad de que Colombia estabilice su deuda pública mediante medidas fiscales creíbles para reducir los elevados déficits presupuestarios. La proyección asume que las autoridades avanzarán en esta dirección, pero la incertidumbre política, sumada a posibles choques externos como conflictos geopolíticos o fenómenos climáticos extremos, podría agravar el panorama económico.
En la región, México ilustra los riesgos de la dependencia comercial, mientras que Colombia debe sortear la volatilidad global y fortalecer su marco institucional. El informe destaca que reformas orientadas a mejorar el capital humano, el mercado laboral y la inversión privada son esenciales para un crecimiento sostenible.
A nivel global, el organismo advierte que una escalada en las tensiones comerciales o una inflación persistente podría reducir aún más las proyecciones. Para Colombia, el reto será equilibrar la estabilidad fiscal con políticas que incentiven la inversión en un contexto de incertidumbre internacional.
