El Chato y Leo, ambos de Bogotá, fueron los únicos restaurantes colombianos en el ranking 51-100 de The World’s 50 Best Restaurants 2025, destacando la riqueza culinaria del país. Aunque descendieron respecto a 2024, su presencia consolida a Colombia en la élite gastronómica global.
El Chato, liderado por Álvaro Clavijo, ocupa el puesto 54, tras estar en el 25 en 2024. Su propuesta fusiona ingredientes locales con técnicas internacionales, priorizando la estacionalidad y el apoyo a pequeños productores. “Creamos platos que resaltan la diversidad colombiana, fortaleciendo la economía local”, afirmó Clavijo.
Leo, de Leonor Espinosa, se posicionó en el 76, bajando desde el 53. Reconocida como una de las mejores chefs del mundo, Espinosa combina antropología, arte y cultura en su menú degustación de ocho o doce tiempos, servido en un espacio moderno y audaz.
La Sala de Laura, dirigida por la hija de Espinosa, Laura Hernández, mejor sommelier del mundo, complementa Leo con un bar y restaurante informal. “Nuestra cocina refleja la identidad colombiana desde una perspectiva contemporánea”, señaló Espinosa, destacando su enfoque cultural.
El ranking, patrocinado por S.Pellegrino y Acqua Panna, abarca 25 destinos y 37 ciudades, con propuestas como Alcalde (Guadalajara), Schloss Schauenstein (Fürstenau) y Den (Tokio) liderando la lista 51-100. La selección refleja la diversidad y sofisticación de la gastronomía global.
El descenso en el ranking no opaca el impacto de ambos restaurantes. El Chato trabaja con más de 50 productores locales, mientras Leo promueve ingredientes de regiones biodiversas, fortaleciendo la identidad colombiana en un escenario competitivo dominado por cocinas de México y Perú.
La presencia de Bogotá en el ranking subraya su consolidación como destino gastronómico. En 2024, el turismo gastronómico atrajo a 1.2 millones de visitantes a la capital, según la Secretaría de Desarrollo Económico, con un impacto económico de $1.8 billones.
La lista 1-50, que se anunciará próximamente, genera expectativa sobre posibles inclusiones colombianas. Mientras, El Chato y Leo siguen siendo embajadores de una cocina que combina tradición e innovación.
Revista COP 