En abril de 2025, la tasa de desempleo en Colombia cayó al 8,8%, según el DANE, pero el crecimiento laboral está marcado por la informalidad. Siete de cada diez nuevos empleos carecen de seguridad social y derechos laborales, afectando especialmente a migrantes, mujeres y jóvenes.
El DANE reportó 528.000 nuevos trabajadores por cuenta propia en abril, representando el 41,7% de la población ocupada. Este tipo de empleo, sin garantías laborales, refleja la fragilidad de la recuperación del mercado laboral, según el informe trimestral de ANIF.
La informalidad golpea con fuerza a los migrantes, con un 80% de ellos en empleos sin protección, principalmente en comercio, alojamiento y servicios personales. En Bogotá, su tasa de participación laboral alcanzó el 84,9%, superando el promedio nacional, pero la precariedad persiste.
Eduard Forero, director de Solutions & Payroll, señaló: “Generar vacantes no basta. Se necesitan políticas públicas y colaboración con el sector privado para crear empleos formales sostenibles”. La alta rotación y la baja capacidad empresarial dificultan la contratación directa con plenos derechos.
La tercerización formal surge como una alternativa. Este modelo, aunque polémico, permite a empresas delegar funciones mientras se garantizan derechos mínimos a los trabajadores. Forero destacó que “la tercerización ética integra, formalizando empleos en sectores donde la contratación directa es compleja”.
En 2023, el empleo informal representó el 58% del total, según el DANE, un desafío estructural frente a un mercado que crece en volumen pero no en calidad. Comparado con la región, Colombia tiene una informalidad superior al promedio de América Latina (48%), según la OIT.
ANIF subraya que la alta participación laboral de migrantes no se traduce en bienestar debido a la falta de acceso a empleos formales. Programas temporales no resuelven el problema; se requieren soluciones como formación y esquemas de intermediación laboral.
La discusión sobre reformas laborales y productividad es crucial. Modelos como la tercerización, si están regulados, podrían reducir la brecha entre empleo informal y formal, especialmente en sectores de alta vulnerabilidad.
