El mercado inmobiliario colombiano experimenta un cambio estructural, con el 40% de los hogares viviendo en arriendo, la mayor proporción en América Latina, según el informe «Situación Inmobiliaria 2025» de BBVA Research.
Este fenómeno, que supera el promedio regional del 21%, refleja transformaciones demográficas, económicas y culturales. Con 7,3 millones de familias arrendadas frente a 7,1 millones de propietarias, Colombia se consolida como el «país de los arrendatarios», impulsado por la urbanización, el encarecimiento del suelo y restricciones al crédito.
El informe destaca que el 88,45% de los inquilinos pertenece a los estratos 1, 2 y 3, evidenciando barreras para acceder a vivienda propia. Los hogares, con un promedio de 2,9 integrantes y $3 millones de ingresos mensuales, son más pequeños y tienden a priorizar espacios flexibles, especialmente entre millennials que ven el arriendo como una elección.
La movilidad laboral y el trabajo híbrido refuerzan esta tendencia, junto con un déficit habitacional: entre 2000 y 2025, se formaron 9,1 millones de hogares, pero solo 5,9 millones de viviendas formales.
El mercado de arrendamiento mueve $27 billones anuales, con un tope de aumento del 5,2% para 2025, según el IPC de 2024 reportado por el DANE. Aunque la construcción aporta el 4,3% del PIB y dinamiza 30 sectores, los constructores ahora exigen un 80% de preventas para iniciar proyectos, frente al 65% de hace seis años, reflejando cautela. Las ventas de vivienda no VIS muestran una leve recuperación, pero la vivienda de interés social enfrenta incertidumbre por la asignación de subsidios como Mi Casa Ya.
Mario Ramírez, presidente de Fedelonjas, señala que la inflexión hacia el arriendo comenzó fromentó en 2022, impulsada por urbanización y costos elevados.
BBVA Research proyecta un crecimiento del 9% en ventas de vivienda nueva en 2025, apoyado por tasas de interés en 9,25% y posibles subsidios. Sin embargo, mientras persista el déficit habitacional, el arriendo seguirá siendo la principal opción para millones. La evolución de estas tendencias definirá el futuro del mercado inmobiliario colombiano.
Revista COP 