El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de Finagro, habilitó $128.000 millones para el Incentivo al Seguro Agropecuario (ISA) en 2025, un instrumento que subsidia hasta el 90% de las pólizas de seguros para proteger a productores frente a riesgos climáticos como El Niño, sequías o eventos biológicos.
Esta medida busca fortalecer la resiliencia de pequeños y medianos productores, mitigar pérdidas y promover la seguridad alimentaria en Colombia.
Del total, $102.400 millones (80%) se destinarán a pequeños productores y de bajos ingresos, mientras que $25.600 millones apoyarán a medianos productores.

Los subsidios varían: 85% para pequeños productores de bajos ingresos, 80% para pequeños productores y 30% para medianos, con un 5% adicional para mujeres, jóvenes, indígenas, afrodescendientes o beneficiarios de reforma agraria. Así, una productora de bajos ingresos podría pagar solo el 10% de una póliza, más IVA, por ejemplo, $100.000 de una prima de $1.000.000.
“Estamos garantizando que quienes viven del campo tengan herramientas para proteger sus inversiones y enfrentar fenómenos climáticos extremos”, afirmó la ministra Martha Carvajalino. Alexandra Restrepo, presidenta de Finagro, destacó que el ISA no solo asegura la continuidad productiva, sino que fortalece la estabilidad económica rural. Además, $20.000 millones se asignarán a municipios y departamentos para pólizas colectivas, ampliando el alcance territorial.

En 2024, el programa invirtió $140.115 millones, beneficiando a 97.000 productores, 99% de ellos pequeños o de bajos ingresos. El proceso es ágil: los productores acuden a una aseguradora, validan su actividad, obtienen la póliza y Finagro reembolsa el subsidio. En un contexto de creciente variabilidad climática, el ISA reduce la vulnerabilidad de los ingresos agrícolas, especialmente en regiones dependientes de cultivos sensibles al clima.
La inversión refleja el compromiso del Gobierno con la justicia económica y el acceso a herramientas financieras en el campo. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de llegar a las zonas más remotas y de la agilidad en la ejecución.
