Colombia enfrenta una década para recuperar el grado de inversión ante crisis fiscal

La economía colombiana enfrenta un desafío crítico: el deterioro fiscal amenaza con alejar el grado de inversión por al menos 10 años, según expertos. Resolver el déficit exige recortes de gasto y mayores ingresos, pero las soluciones chocan con un panorama político y económico complejo.

El déficit fiscal de Colombia se ha convertido en un lastre estructural. Según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), los ingresos del Gobierno están sobreestimados en $34 billones y los gastos subestimados en $28 billones, generando una brecha de $62 billones.

“El 95% de los ingresos está comprometido en deuda, pensiones y salarios, dejando poco margen para inversión”, advirtió Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar. Este desbalance, agravado por el incumplimiento de la regla fiscal en 2023 y 2024, podría requerir un recorte de $46 billones en 2025, una cifra políticamente difícil.

La reforma pensional aprobada en 2024 añade presión, incrementando el déficit en 1% del PIB anual durante 40 años, según Visión Davivienda. Además, la ley de transferencias territoriales podría generar nuevas cargas fiscales. En este contexto, Standard & Poor’s y otras calificadoras monitorean los discursos de los candidatos para 2026, evaluando su compromiso con la responsabilidad fiscal.

Impacto en mercados y tasas

La crisis fiscal eleva el riesgo país, encareciendo el financiamiento. “Las tasas largas están cerca del 12% porque el Gobierno paga más por endeudarse”, explicó Germán Cristancho, gerente de Investigaciones Económicas de Davivienda Corredores. Esto impacta el crédito hipotecario y empresarial, limitando la reactivación económica. Si Colombia envía señales responsables, las tasas podrían caer entre 100 y 150 puntos básicos, aliviando la presión.

A pesar de un repunte económico en 2024, con un crecimiento del 1,7% frente al 0,7% de 2023, sectores como minería, industria y construcción siguen en rojo. Para 2025, el PIB podría alcanzar un 2,6%, pero el crecimiento no resuelve el déficit. La inversión pública cayó 17% y la privada se ve afectada por la desconfianza, según Davivienda Corredores.

A nivel regional, América Latina destaca por sus rendimientos, y las acciones colombianas han crecido en 2025, aunque la deuda pública renta menos. Mejorar la situación fiscal podría valorizar aún más el mercado accionario. Sin embargo, el entorno externo, con amenazas como las políticas de Donald Trump y la desaceleración china, suma incertidumbre.

Colombia enfrenta un camino estrecho. La última vez que perdió el grado de inversión (1999-2000), tardó 11 años en recuperarlo. Hoy, con gastos rígidos y reformas costosas, el ajuste fiscal es inevitable. Las calificadoras advierten que una degradación definitiva elevaría los costos de endeudamiento, afectando a empresas y hogares. Las decisiones del próximo gobierno serán clave para evitar un retroceso económico prolongado.

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