La inflación en Colombia habría descendido a 4,97% en abril de 2025, según proyecciones de Corficolombiana, marcando el primer dato anual por debajo del 5% tras meses de estancamiento. Este enfriamiento, impulsado por menores presiones en alimentos y servicios, refleja un alivio en el costo de vida, aunque persisten riesgos por la depreciación del peso y alzas en bienes regulados.
En un país donde el 30% del IPC depende de alimentos y servicios (DANE), este dato sugiere una mejora, pero su sostenibilidad es incierta.
Corficolombiana estima una variación mensual del IPC de 0,48%, con servicios (0,44%) y alimentos (0,85%) liderando la desinflación. Los arriendos y comidas fuera del hogar redujeron su impacto, mientras los alimentos procesados desaceleraron por menores costos de producción.

La inflación anual de servicios caería a 6,12% y la de alimentos a 4,35%. Sin embargo, bienes (1,10%) y regulados, como el gas, subieron por la depreciación del peso (15,4% en 2024) y alzas en energéticos.
El Índice de Precios al Productor (IPP) bajó a 4,09% en abril, según el DANE, pero productos como el café (+59,64%) y frutas (+32,15%) mantienen presiones. En contraste, el petróleo crudo (-15,17%) ayudó a moderar costos. Juan David Ballén, de Aval Casa de Bolsa, coincide en el 4,97%, destacando que la devaluación y el gas limitan un descenso mayor.

Comparado con Brasil, donde la inflación fue 3,7% en abril, Colombia avanza, pero enfrenta retos por la indexación de servicios (7,56% en arriendos, Camacol) y un salario mínimo que subió 9,54%. El Banco de la República, que redujo su tasa a 9,25% (BanRep), proyecta un cierre de 3,9% para 2025, aunque Anif (4,9%) y Fedesarrollo (4,43%) son más cautelosos.
La caída del IPC es positiva para el poder adquisitivo, pero la fortaleza del dólar y los regulados podrían frenar el proceso. El Emisor mantendrá una postura cautelosa ante estas dinámicas.
