El dengue, una enfermedad endémica que afecta a miles de colombianos anualmente, impone una carga económica superior al billón de pesos, según un estudio publicado en PLOS Neglected Tropical Diseases. Este costo, que combina gastos médicos y pérdidas de productividad, equivale a más de la mitad del presupuesto de inversión del Ministerio de Salud para 2025.

Esta problemática evidencia la urgencia de fortalecer las políticas de prevención en un país donde el sistema sanitario ya enfrenta pérdidas operativas de $6,8 billones en 2024, según el Observatorio de Financiamiento de Así Vamos en Salud.

El estudio, con participación de Takeda Colombia, estima que los costos directos del dengue alcanzan US$159,6 millones ($654.000 millones), cubriendo consultas, hospitalizaciones, medicamentos y manejo de casos fatales. La atención ambulatoria representa el mayor peso, con US$90,1 millones ($369.000 millones), seguida por los costos de muertes, que suman US$30,7 millones ($125.870 millones).

Por paciente, el tratamiento oscila entre $3,37 millones y $7,19 millones, dependiendo de la gravedad, con la hospitalización como el principal factor de gasto.

Los costos indirectos, calculados en US$92,8 millones ($380.000 millones), reflejan la pérdida de productividad por días laborales perdidos y el tiempo dedicado por cuidadores. “El dengue no solo impacta la salud, sino la competitividad del país, al reducir la productividad laboral”, afirmó Ana Cristina Ochoa, directora médica de Takeda Colombia.

En comunidades de bajos ingresos, estas pérdidas agravan la vulnerabilidad, ya que el acceso limitado a servicios de salud incrementa la severidad de los casos.

Impacto social y regional

Con 58.800 casos reportados hasta la semana 16 de 2025, según el Instituto Nacional de Salud, regiones como Santander, Meta, Antioquia y Tolima lideran las cifras, con más de 3.500 casos cada una. El 36,6% de los casos presentan signos de alarma, y la letalidad, que supera el 2%, representa una pérdida de capital humano irreparable.

Las comunidades pobres, expuestas a entornos propicios para el mosquito Aedes aegypti, enfrentan un impacto desproporcionado, lo que subraya la necesidad de intervenciones focalizadas.

En el contexto colombiano, donde el dengue es inmunoprevenible, la baja cobertura de vacunación limita el control de la enfermedad. El estudio destaca que invertir en prevención, como campañas de educación, control de vectores y vacunación, sería costo-efectivo a mediano plazo. Comparado con países como Brasil, donde programas de inmunización han reducido la incidencia, Colombia requiere un enfoque más robusto para mitigar este impacto.