Los beneficios netos de Tesla se desplomaron un 71% en el primer trimestre de 2025, afectados por una crisis de imagen ligada a la participación de Elon Musk en el gobierno de Trump y una feroz competencia en el mercado automotriz, especialmente de fabricantes chinos.
Crisis de imagen y competencia erosionan resultados
Tesla reportó una drástica caída en sus beneficios netos en el primer trimestre de 2025, alcanzando apenas 409 millones de dólares, un 71% menos que los 1.39 mil millones del mismo período en 2024, según su informe financiero.
Los ingresos por ventas de automóviles se redujeron un 20%, totalizando 13.967 millones de dólares, mientras que los ingresos totales, que incluyen almacenamiento de energía y servicios, cayeron un 9% a 19.335 millones. Este desempeño estuvo por debajo de las expectativas de analistas, quienes anticipaban ingresos automotrices de 21.100 millones y ganancias por acción de 39 centavos, frente a los 27 centavos reportados.

El resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado disminuyó un 17% a 2.814 millones de dólares, con un margen operativo que se contrajo al 14,6%. Además, los gastos operativos crecieron un 9%, alcanzando 2.754 millones, lo que refleja mayores costos en un contexto de menores ingresos. Las entregas de vehículos cayeron un 13% a 336.681 unidades, el peor trimestre desde 2022, según datos de la compañía.
La creciente competencia, liderada por fabricantes chinos como BYD, que aumentó sus ventas un 75% en mercados europeos clave como Reino Unido, Alemania y Francia, según informes de la industria, ha reducido la cuota de mercado de Tesla en regiones estratégicas. En China, el segundo mercado más grande de Tesla, las entregas cayeron un 49% en febrero a 30.688 vehículos, según Bloomberg, el nivel más bajo desde julio de 2022.
Impacto de la gestión de Musk en el gobierno de Trump
La implicación de Elon Musk en el gobierno de Donald Trump ha generado una crisis de imagen sin precedentes para Tesla. Como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Musk ha impulsado recortes masivos en el gasto público, lo que ha desencadenado protestas y boicots contra la marca en Norteamérica y Europa.
En Estados Unidos, el movimiento “Tesla Takedown” ha promovido la venta de vehículos Tesla usados, cuyos precios cayeron un 10,1% en el último año, según iSeeCars.com, mientras que los autos usados en general subieron un 1%. En Europa, las ventas se han visto afectadas por el rechazo a las posturas políticas de Musk, incluyendo su apoyo a grupos de extrema derecha, según reportes de prensa.

La guerra comercial iniciada por Trump, con tarifas del 25% a importaciones automotrices, ha complicado aún más la situación. Tesla, que depende de componentes chinos para su planta en Shanghái, enfrenta mayores costos en su cadena de suministro. “La política comercial en rápida evolución afecta nuestra estructura de costos y la demanda”, señaló la compañía en su informe. Musk, quien aboga por tarifas más bajas, reconoció en una llamada con analistas que estas medidas impactan los márgenes, aunque afirmó que Tesla está menos expuesta que otros fabricantes debido a sus cadenas de suministro localizadas.
