La agencia calificadora Moody’s ha encendido las alarmas sobre la sostenibilidad fiscal de Colombia, al advertir que el país enfrenta serios riesgos de incumplir la regla fiscal en 2025. La caída en los ingresos tributarios, combinada con un déficit fiscal que alcanzó el 6,8% del PIB en 2024 y un aumento en la carga de la deuda, plantea desafíos significativos para la gestión financiera del gobierno, según el reciente informe Issuer In-Depth.

En 2024, los ingresos tributarios de Colombia sumaron $71,2 billones (4,2% del PIB), una cifra muy por debajo de las proyecciones del Presupuesto General de la Nación (PGN), que esperaba un recaudo más robusto. Este desempeño, afectado por la desaceleración económica y la baja en los precios de commodities, contrasta con años previos como 2023, cuando el recaudo alcanzó el 16,7% del PIB. “La combinación de menores ingresos y rigidez en el gasto ha socavado las finanzas públicas”, señalaron los analistas Renzo Merino, Sohaib Nasim y Ariane Ortiz-Bollin en el informe.

El déficit fiscal, que superó el objetivo del 5,6% establecido en el Marco Fiscal de Mediano Plazo de junio de 2024, se vio impulsado por una transacción única de $31,9 billones, según el gobierno. Sin embargo, Moody’s destaca que, incluso sin esta operación, el déficit primario estructural habría sido de solo 1,8% del PIB, lo que evidencia la fragilidad de las proyecciones fiscales.

Carga de deuda en aumento

Un punto crítico del análisis es el incremento de la relación deuda/PIB, que pasó de 54% en 2023 a 60,2% en 2024, revirtiendo la tendencia de reducción observada entre 2020 y 2023. A esto se suma la relación intereses/ingresos, que escaló de 12,6% a 16%, un nivel superior al de países con calificación similar en la región. Aunque la carga de deuda de Colombia está cerca de la mediana de los países con calificación Baa, el peso de los intereses representa una presión adicional.

Moody’s subraya que las reformas tributarias recientes no han logrado compensar la caída en el recaudo, mientras que la eliminación de gravámenes a sectores extractivos ha reducido aún más los ingresos. Este panorama, junto con la sobreestimación constante de ingresos para justificar mayores gastos, pone en riesgo la credibilidad de las políticas fiscales.

Desafíos para 2025

El informe también destaca la incertidumbre política como un factor que podría complicar el cumplimiento de la regla fiscal. Aunque el gobierno ha intentado contener el gasto, los recortes no han sido suficientes para contrarrestar el aumento de las erogaciones y la caída en los ingresos. Al cierre del primer trimestre de 2025, el recaudo tributario mostró un desempeño alineado con el PGN, pero Moody’s advierte que mantener esta tendencia será difícil debido a factores externos, como la volatilidad en los precios de los commodities, y a la rigidez del gasto público.

El análisis de Moody’s resalta que el gobierno enfrenta un dilema: ajustar el gasto en un contexto de demandas sociales crecientes o arriesgarse a un deterioro mayor de los indicadores fiscales. La calificadora señala que repetir la práctica de sobreestimar ingresos podría agravar la situación, afectando la confianza de los inversionistas y la calificación soberana del país.