La vía Bogotá-Girardot estrena este sábado 12 de abril una transformación histórica con la puesta en servicio de 130 kilómetros de tercer carril, un hito anunciado por la Concesión Vía Sumapaz. Con una inversión de $7,3 billones a precios de 2025, de los cuales $3 billones se destinaron directamente a las obras, el proyecto culmina tras cuatro años de trabajos, mejorando la conectividad entre la capital y el Tolima.

El tramo final, comprendido entre Silvania y Granada, añade 19 kilómetros de vía en ambos sentidos, eliminando los tradicionales “pare y siga” que congestionaban este corredor. “Hemos finalizado la Unidad Funcional 6, poniendo en operación todo el corredor vial”, afirmó Fabián Lacouture, director técnico de Vía Sumapaz. Este segmento, junto con la rehabilitación de 140 kilómetros de taludes y la modernización de la doble calzada, asegura una infraestructura más segura y eficiente.

El proyecto, que abarca 145 kilómetros desde Soacha hasta Girardot, incluye 65 kilómetros de tercer carril por calzada, optimizando el flujo de los 16 millones de usuarios anuales. “Desde el viaducto El Muña hasta Girardot, el trayecto ahora puede recorrerse en unas dos horas a 60 km/h”, destacó Lacouture, subrayando una reducción significativa frente a las hasta ocho horas que podían tomar los viajes en temporadas altas.

Impulso económico y plan para Semana Santa

La finalización de las obras llega justo para Semana Santa, cuando se espera que más de 500.000 vehículos transiten la vía. La Concesión incrementará en un 60% su personal de apoyo, incluyendo 11 grúas, cinco ambulancias y cuatro carros-taller, para garantizar fluidez y seguridad. “Agradecemos la paciencia de los usuarios; el esfuerzo valió la pena”, señaló Lacouture, enfatizando un robusto plan de movilidad con monitoreo en tiempo real.

Económicamente, el proyecto dinamiza regiones clave. El turismo en municipios como Melgar y Ricaurte, que aporta el 12% al PIB del Tolima según la Cámara de Comercio de Ibagué, se beneficiará de tiempos de viaje más cortos. Las pymes locales, desde restaurantes hasta hoteles, esperan un repunte en ingresos, tras años de afectaciones por las obras. Además, la vía fortalece la logística hacia el puerto de Buenaventura, agilizando el comercio exterior.