La inflación en Colombia se situó en 5,09% anual en marzo de 2025, una disminución respecto al 5,28% de febrero y el 5,22% de enero, según el DANE. Este dato, divulgado este lunes, es el más bajo desde octubre de 2021 (4,58%), marcando un alivio tras dos meses de leves incrementos. Comparado con el 7,36% de marzo de 2024, la caída de 2,27 puntos porcentuales sugiere una desaceleración sostenida.

Piedad Urdinola, directora del DANE, celebró el resultado: “Nos estamos pareciendo cada vez más a los niveles previos al pico inflacionario de la pandemia”. En términos mensuales, el IPC varió 0,52%, por debajo del 0,70% del año anterior, y el acumulado del primer trimestre alcanzó 2,62%, menor al 2,73% de 2024.

El rubro de alojamiento, agua, electricidad y gas lideró la inflación mensual, aportando 0,17 puntos. “Arriendos efectivos e imputados, más los costos de copropiedades, son los que más pesan”, explicó Urdinola. Energía eléctrica y recolección de basuras subieron, aunque el gas mostró una variación negativa.

Alimentos y bebidas no alcohólicas añadieron 0,16 puntos, con alzas en frutas frescas (mango, piña, mandarina) y hortalizas (habichuelas, lechuga). Café y papas también subieron, pero tomate y azúcar bajaron, atenuando el impacto. Restaurantes y hoteles aportaron 0,06 puntos, impulsados por comidas servidas y “corrientazos”.

La inflación sigue sobre el 5% desde noviembre de 2024, lo que genera prudencia pese al optimismo. Colombia está por encima de Chile (3,7%) o Perú (3,0%), según el Banco Mundial, y la meta del 3% del Banco de la República permanece lejana. El dato podría llevar a un ajuste de tasas (hoy en 10,75%), pero factores como el clima o costos energéticos mantienen la cautela.

Aunque los precios ceden terreno, la barrera del 5% persiste, dejando abierta la pregunta de cuánto durará este respiro económico.