El dólar en Colombia arrancó este lunes 7 de abril de 2025 con un precio de apertura de $4.310, marcando un alza de $36 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM) fijada por la Superintendencia Financiera en $4.274. La jornada comenzó con una tendencia alcista que refleja la incertidumbre global desatada por la guerra comercial impulsada por los aranceles de Donald Trump.

En los primeros minutos de negociación en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), la divisa alcanzó un máximo de $4.372 y un mínimo de $4.305, con un promedio de $4.349. Hasta el momento, se han registrado 299,12 millones de dólares en transacciones, con un volumen promedio de 544,85 millones, según datos preliminares de la BVC.

A nivel mundial, el índice del dólar (que mide su valor frente a una cesta de seis monedas fuertes) mostró una leve baja del 0,06%, situándose en 102.832 unidades. Sin embargo, este ligero retroceso no mitiga el impacto de los mercados bursátiles, que viven un “lunes negro” tras las caídas del jueves y viernes pasados.

Las bolsas asiáticas cerraron en rojo profundo. Tokio se desplomó un 7,8%, Seúl un 5,6%, Sídney un 4,2%, Taiwán un 9,7%, Shanghái un 7,34% y Hong Kong un alarmante 13,22%, su peor día desde la crisis asiática de 1997. En Europa, a las 10:00 GMT, el Eurostoxx 600 perdía un 5%, Fráncfort un 4,3%, París un 3,9%, Londres un 3,8% y Madrid un 4,4%, con más de 1.500 millones de euros evaporados en capitalización.

Wall Street, que la semana pasada perdió unos 6.000 millones de dólares en valor tras su peor jornada desde 2020, también se prepara para abrir a la baja. Los aranceles de Trump, que incluyen un 10% universal desde el sábado y tasas mayores a países como China (34%) y la Unión Europea (20%), han desatado temores de una recesión global.

Jonathan Torres, banquero de Values AAA, explicó que el alza del dólar no solo responde a los aranceles. “La política monetaria de la Reserva Federal, con tasas estables, y la inflación en EE.UU., que podría crecer, están generando desconfianza”, señaló. A esto se suman las previsiones de menor crecimiento económico, el riesgo de recesión y una posible subida en la tasa de desempleo, agravados por tensiones geopolíticas.