El dólar arrancó el 25 de marzo de 2025 en Colombia con una cotización de $4.125, una baja de $43 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM) de $4.168 fijada por la Superfinanciera. En las primeras horas, la divisa mostró volatilidad, alcanzando un máximo de $4.129 y un mínimo de $4.107, con un promedio de $4.114 y un volumen negociado de $330,21 millones. Esta caída, que sigue una tendencia reciente de acercamiento a los $4.000, refleja un alivio en las presiones cambiarias que podrían moderar la inflación en el primer trimestre, según analistas.
A nivel global, el índice del dólar bajó un 0,14% a 103,765 unidades, influido por señales de que los aranceles del 25% anunciados por Donald Trump a países compradores de petróleo venezolano, como China y Colombia, podrían ser menos severos de lo esperado.
Esto impulsó leves alzas en Wall Street: el Dow Jones subió 0,16%, el Nasdaq 0,11% y el S&P 500 0,13%. Sin embargo, la medida, efectiva desde el 2 de abril, genera incertidumbre en Colombia, que planea importar gas de Venezuela vía Ecopetrol, con un costo adicional que podría afectar su competitividad energética.
Un informe de Corficolombiana destaca que esta depreciación del dólar en febrero y marzo contribuyó a una desaceleración proyectada de la inflación, que cerró 2024 en 5,20% según el DANE y podría caer a 4,99% en marzo de 2025, con una variación mensual del 0,44%. Aunque servicios y alimentos reducen las presiones, los bienes importados mantienen alzas por la depreciación acumulada del peso (6% en el último año), y ajustes en gasolina y ACPM anunciados por el Gobierno podrían contrarrestar estos avances. El próximo reporte del IPC, el 7 de abril, será clave para confirmar esta tendencia.
