El comercio electrónico en Colombia cerró 2024 con un récord histórico: ventas por $105,4 billones, un crecimiento del 26,7% frente a los $83,3 billones de 2023, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE). Este avance, acompañado por un aumento del 21% en transacciones (511,1 millones), refleja la consolidación del sector como un pilar de la economía digital, impulsado por tecnologías como la inteligencia artificial y una mayor adopción de pagos electrónicos.
María Fernanda Quiñones, presidente de la CCCE, subrayó esta evolución: “La inteligencia artificial está transformando la atención al cliente y el análisis de datos. Los resultados de 2024 muestran un avance sólido, y nuestro foco seguirá siendo fortalecer el ecosistema digital, especialmente para las MiPymes, que son el 80% del tejido empresarial según el DANE”. En el cuarto trimestre, los pagos electrónicos lideraron: 60,23% vía PSE, 36,81% con tarjetas y apenas 2,96% en efectivo, evidenciando la digitalización del consumo.

Un crecimiento que trasciende fronteras
A nivel global, el comercio electrónico minorista alcanzó US$6,1 billones en 2024, representando el 20,1% del comercio total, mientras en Latinoamérica se proyecta que llegue a US$200.000 millones en 2025. En Colombia, las categorías más vendidas fueron tecnología (23,8%), entretenimiento (12,7%) y retail (12,5%). Sin embargo, los mayores crecimientos se vieron en libros y papelería (+340,48%), hogar (+118,26%) y moda y belleza (+109,5%), reflejo de un consumidor diverso y en expansión.
El ticket promedio se mantuvo estable entre $198.000 y $212.000, con un alza anual del 4,69%. Abril destacó con un crecimiento del 14,04%, impulsado por eventos como el Día sin IVA y promociones estacionales. Este dinamismo posicionó al e-commerce como el 3% del retail nacional en noviembre, frente al 2,1% de inicios de año, según el índice de la CCCE, que cerró en 405,8 puntos en octubre.
Oportunidades y desafíos para las MiPymes
Para las MiPymes, que generan el 35% del PIB colombiano per el DANE, el comercio electrónico abre puertas en un mercado donde el 70% de las transacciones aún son en efectivo, según el Banco de la República. La adopción de plataformas digitales ha permitido a estas empresas competir con gigantes extranjeros, aunque enfrentan retos como costos logísticos y competencia de productos importados bajo el Régimen de Minimis. En 2024, el sector logístico creció un 15% para soportar esta demanda, per la Asociación Colombiana de Logística.
La CCCE proyecta un crecimiento del 19% en valor y 18% en transacciones para 2025, impulsado por Bre-B, la plataforma de pagos inmediatos del Banco de la República que debutará en julio. Esta herramienta podría reducir costos transaccionales y acelerar la inclusión financiera, beneficiando a un país donde el 29% de los adultos carecen de acceso bancario, según Banca de las Oportunidades.

Sin embargo, el sector enfrenta obstáculos. La protección de datos personales exige regulaciones más robustas tras incidentes como el robo de información en plataformas locales en 2023. Además, la CCCE aboga por controles a importaciones que afectan la competitividad local y por eliminar barreras como el registro biométrico presencial para cuentas de bajo monto, un freno a la inclusión digital.
El comercio electrónico en Colombia no solo crece en cifras, sino en relevancia estratégica. Su impacto en empleo, consumo y tecnología lo posiciona como un termómetro de la economía digital, pero su futuro dependerá de cómo se aborden estos desafíos antes de 2026.
