La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó el 6 de marzo de 2025 un informe que detalla el comportamiento de la inflación en enero, destacando una estabilidad general en sus 38 países miembros, con una tasa interanual del 4,7%, igual que en diciembre de 2024. En Colombia, la inflación se situó en 5,22%, un leve incremento del 0,94% respecto al mes anterior, lo que permitió al país descender un puesto en el ranking de naciones con mayor inflación dentro del bloque, según datos del Dane validados por la OCDE.
El panorama global mostró contrastes. De los países analizados, 15 registraron alzas inflacionarias, lideradas por Lituania (1,5 puntos más), Austria (1,2 puntos), y Eslovaquia (1,1 puntos), impulsadas por precios energéticos tras la reducción de medidas de contención de costos. En contraste, 10 naciones vieron descensos, con Turquía destacando por octavo mes de baja, aunque su inflación sigue sobre el 40%. Otros, como Chile (4,9%) y España (2,9%), mantuvieron estabilidad. La inflación energética de la OCDE subió a 4,0% desde 3,8%, mientras la básica (4,8%) y de alimentos (4,4%) apenas variaron.

En el G7, la inflación se mantuvo en 2,9%, con Japón (4%) y Reino Unido liderando alzas por alimentos (+0,4 puntos), y Alemania desacelerando gracias a precios más bajos en comida y bienes básicos. En la zona euro, el IPCA se estabilizó en 2,5%, con proyecciones de Eurostat indicando un leve descenso a 2,4% en febrero por energía más barata en Francia. Colombia, con su 5,22%, supera el promedio OCDE, reflejando presiones locales en un contexto global mixto.
El G20, con un 5,0% interanual, mostró caídas en Brasil e Indonesia, pero Argentina aún ronda el 80% pese a reducciones. China subió a 0,5% tras meses cerca de cero, y Sudáfrica tuvo un ligero aumento. En Colombia, este nivel inflacionario podría impactar el consumo masivo, que creció 16,1% en 2024 (Kantar), y el sector construcción, ya en riesgo por restricciones ambientales (Camacol). Con un dólar a $4,116 (BVC, 03/03/2025), la inflación podría presionar un PIB proyectado en 2,5% por el FMI.
