Las exportaciones colombianas alcanzaron los US$3.776,8 millones FOB en enero de 2025, un aumento del 4,3% frente al mismo mes de 2024, según el Dane y la Dian el 4 de marzo. El café sin tostar, descafeinado o no, fue el gran protagonista, catapultando las ventas externas con un crecimiento récord del 107,7%, equivalente a US$465 millones FOB.
Este boom cafetero lideró el grupo de agropecuarios, alimentos y bebidas, que creció un 42,5% hasta US$1.144,7 millones FOB, aportando 33,2 puntos porcentuales a la variación total. Representando el 30,3% de las exportaciones, el café compensó la caída del 14,5% en combustibles (US$1.568 millones FOB), afectada por el desplome del 49,5% en hulla y coque. Frente a un dólar a $4.116 (BVC, 03/03/2025), este desempeño podría generar cerca de $1.900 millones FOB anuales si se sostiene, según proyecciones basadas en los 10,58 millones de sacos de 60 kg exportados en 2023 por la Federación Nacional de Cafeteros.

Estados Unidos, con un 30,7% del total exportado (US$1.158 millones FOB), elevó sus compras un 20,8%, destacando el café como motor del sector no minero-energético, que creció un 43% según AmCham Colombia. Países Bajos (4,9%) disparó su demanda un 54,5%, y destinos como Panamá (6%), India (4,7%), y Ecuador (4,7%) también impulsaron el grano, sumando 7,3 puntos porcentuales al alza total. María Claudia Lacouture, de AmCham, afirmó que “el café muestra precios competitivos y entrega eficiente frente a aranceles globales”.
El repunte contrasta con el modesto 1,8% de manufacturas (US$734,7 millones FOB), subrayando la dependencia del café para equilibrar la balanza comercial. En un 2024 donde las exportaciones cafeteras ya marcaron tendencia, este enero refuerza su peso económico.
Analistas ven en este crecimiento una oportunidad para diversificar mercados y mitigar la caída de combustibles, posicionando al café como un activo clave en un año donde Colombia busca estabilidad tras perder autosuficiencia energética.
